L'amour

L'amour

lunes, 30 de julio de 2018

¿....?

¿Qué he perdido yo? ... Todo, o tal vez un poco de mi todo. Es mi culpa, no, es una culpa compartida, que palpita y pesa en dos cuerpos, dos cuerpos que fueron materia inmune, un solo organismo lleno de introspectiva, mutando amor, viviendo de esa compañía efímera. Compartimos hasta el simple tenedor que guarda mi abuela en su gaveta en la cocina, lo simple y lo que nos quemaba. Los tormentos y las alegrías desbordantes de momentos en los que sentíamos que una vida no alcanzaba para tanta dicha. Fuimos, en pasado, como el día de ayer que ya no existe. ¿Y que le queda a cada uno ahora?, ahora es un palabra para el presente, ¿hoy?, hoy se parece también a mi ayer y muy posiblemente se repita mañana. Cansancio inmensurable, parpados pesados, somnolienta sonrisa que le miente, que se miente. 

Te odio porque simplemente no quiero amarte, ni quererte, ni recordarte con el cariño que tanto conserva y guarda esta esperanza ciega, esta pequeña y fragmentada parte de mi que no suelta, que no me da tregua, que me desvela y me acurruca en las esquinas vacías de una fuerte ausencia. 

Ausencias, las falta de algo para alguien, o para el fin de eso que debiera ser pero no sucede, el hueco en la pared que se tapa con una simple foto pero que cohabita contigo a diario. Mi falta de sed y mis ganas de beber de alguna fuente que me llene, que me sacie, que me colme cada hueso, cada órgano, cada tejido, cada célula y molécula que dentro de mi que no te perdona, no te olvida, que no me suelta. 

Estoy, sigo viva, pero el tiempo, el amigo relativo de nuestra vida, el que se pasa lentamente con un trago amargo, o tan fugaz al compás de los recuerdos de tus sonrisas. El tiempo no descansa en mi, me estrecha y ensancha la tristeza de sabernos distintos, diferentes, desconocidos y al mismo tiempo tan cercanos, tan espejo.

Nos dejamos, nos fuimos, me despedí aquel día mientras me subía a un bus, a seguir con la rutina diaria, pero con una certeza de que en esa cotidiana costumbre ya no iba a estar su palabra, su voz, su respirar, sus latidos, nuestro amor. Nos despedimos como quien se despide de alguien que se despide la planta mas linda de su casa y que al volver seguirá allí esperando ..... y viví, y no me permití sentir, nada. Vacío, vaciar, vaciado, suprimir. ¿Y por qué?, ¿así debía ser? Sí, nos repetimos, nos creemos ese cuento y lo apropiamos, lo sentimos, lo pregonamos como un salmo dominical. 

Y ahora, cuando nadie se espera una lagrima, cuando se siente absurdo, ahora es cuando tu foto y mi foto se desdibujan lentamente y para cada uno.

Deconstruir un amor que nos hizo especiales. Olvidar y renacer, algún día esto también pasará.
  
(....)



sábado, 9 de enero de 2016

Carta a tu ausencia.

La ausencia es una cosa terrible. Desacostumbrarse de la vida misma, de los pasos, los caminos, las maneras. Volver al comienzo de la vida, en donde todo era desconocido y no se daba nada por sentado, vivir sólo por el hecho de existir y no con mil propósitos retumbando en la mente. Crecer se convierte en una cuestión de extrañar todo lo que se fue y añorar por aquello que aún falta ser. La ausencia es una vaina espantosa, porque un día ya no tienes todo lo que años atrás estaba, de repente mirar por la ventana no tiene el mismo significado de antes, añorar el próximo día se vuelve una zozobra y llega ese sentimiento tan cercano al corazón, tan cuchillo, tan daga y te inunda y ves hacía el techo, estás acostado, y la vida te pasa por encima, se muere... Se muere y se lleva lo propio, lo simple y lo complicado, se siente como caer bajo el agua en grado bajo cero, el tiempo no se quiere detener, el tiempo sigue pasando y se añora, se añora de nuevo, se vive, pero se vive en la zona gris del alma, pero ya no tiene sentido volver al pasado, extrañar o añorar no te devuelven los días que se esfumaron, no te devuelve su caricia, su palabra o el sonido de su voz. 

A veces sueño que lo escucho, y es tan claro, tan VIVO, entonces lo siento cerca, tan cerca que puedo ver como sonríe, como nos mira, como nos ama y es tan grande, tan infinito, tan universos. 

La vida es una constante proclamación a la añoranza y al recuerdo, volver al amor mismo y seguir adelante a pesar de llevar sobre los hombros el peso de un pasado que recuerda y vive del ayer. Se extraña cuando no se tiene, y no tenerte a ti es el ayer, el hoy y el mañana. La ausencia no es una cosa terrible, TÚ AUSENCIA LO ES. 

Te extraño, te extraño, te extraño te extraño, te extraño, y tal vez si lo sigo repitiendo hasta dormirme bajo estas lagrimas que saben a tu recuerdo, tal vez pueda soñar con tu palabra, con tu recuerdo, te extraño, te extraño y te extraño. 

viernes, 23 de mayo de 2014

Lulos rojos.

Miro fijo, con recelo, en silencio. Creo que nadie me ve y observo de reojo, volteo, luego vuelvo a mirar, y sigues ahí. Estático, inmune, como estatua. Humedezco mi boca, un sorbo o tal vez dos de saliva. Te sigo en el pensamiento y sin embargo no somos nada, no somos viento, no somos aire. No quiero que me quieras, no necesitas que te ame, que te hable, que te cuide. No necesitamos vida y sin embargo huimos de la mano en contra de la muerte, desesperanzadamente enamorados del vivir, del día a día, de ser miserables. Reíamos y llorábamos, todo a la vez porque se nos acababa el tiempo, de soñar, de gritar, de viajar y vivir. Me miras de reojo, sin pena, sin amor, complicidad que vive en los dos, en la memoria, en el olvido.
No te quiero. 
no por vos, sino por mi y mis bronquios malgastados,
mis huesos debilitados, mi boca que habita en la humedad 
y la burbuja que nunca surgió de mi alma de pez valiente, 
de pez que muere.

sábado, 25 de enero de 2014

Lunares en mi cerebro. 1/1




-Yo camino con la suficiencia del agotamiento, con la soledad acuestas, con una lagrima al borde del alma.

- Que me quieras porque sabes que mañana es un tiempo incierto y oscuro.

- ¿A dónde van esos secretos de amor que nunca se dicen?

- Tengo miedo de que un día no aguante más comerme las palabras y les vomite mi opinión a todos sin decencia.

- A mi no me gusta perder tiempo, a mi me gusta perderme en el tiempo.

- Y nos volvimos cometa en el momento en que el viento dejó de soplar.

- Me dueles en esa parte de mi que ya no existe.

- si dices te necesito entonces yo te necesito más, si dices te quiero entonces yo te quiero más, si dices ven yo ya estaré en tu puerta.

martes, 12 de noviembre de 2013

Destino y suerte.

Me he sabido tomar muchas molestias, he vuelto a recorrer caminos de los cuales sus rutas había borrado de mi memoria, me he sorteado con la luna noches de desvelos, he vuelto a mirar unos ojos negros, de nuevo me encuentro en la incertidumbre del amor, de la costumbre, del cariño, sigo paso a paso cada huella o vestigio de algo que me diga que continúe, que no pierda la esperanza, le estoy dando más tiempo al tiempo como si él, ese loco minutero algún día me devolviera los segundos y momentos que paso esperando alguna respuesta, algún acto que me diga, que me de la plena certeza que son estos mis ojos, y  que es esta mi boca aquel sueño que un día se despertó al vernos frente a frente.


Un sortilegio, todo se posa en las manos del destino, aquel destino que me gustaba negar,  y ahora me encuentro en vilo, en un rincón, un rincón lleno de silencios, lleno de palabras que no se dicen, lleno de momentos que se recuerdan, estoy en un rincón esperando que  este destino que se juega mi anhelo me diga, me susurre, una palabra, un nombre, tú nombre.  Pienso, escribo y sé soñar, más no bastará, no para ti, y aún así no encuentro manera para dejar de pensar, para dejar de esperar porque tal vez si sigo robándole aire a la mañana, si sigo otorgándole tiempo a esta espera, tal vez un día sin que me dé cuenta, sin que nadie más lo note, tal vez tú empieces a quererme. 

domingo, 21 de julio de 2013

Ten en cuenta.

De uno en uno caían las gotas
de dos en dos se me escurría el corazón
tres y tres marcaba la hora en el reloj
cuatro para cuatro decían el mecánico del carro
dieron las cinco y aún no había caído el telón.