Fragmentos de momentos 1/3

Cuando se es, pero no se esta.
Cuando se tiene, pero no se olvida.
Cuando se recuerda, pero no se va.
Cuando se vive, pero nunca muere.
Cuando se espera, pero no existió.
Cuando hubo todo, y al final no fue nada.
Así la vida se pasa, entre dudas y circunstancias.
Así una a una desaparecieron; y también con ellas lo hice yo.

Hagamos una cuenta, hagamos una cuenta que contenga todos los dolores, las tristezas, los malos pensamientos, las ganas de llorar, el miedo, la inseguridad, el olvido, los malos recuerdos, hagamos una cuenta de las veces en que el mundo se ha venido encima como un cometa gigante a toda velocidad, dispuesto a romper barreras y acabar con todo por dentro de nosotros, hagamos las cuentas de todas las veces en que el alrededor se agiganto y nos sentimos como pequeñas hormigas sin refugio, sin hormiguero, sin hogar, perseguidas por un oso hormiguero que las devora en par segundos, que las succiona, el resultado puede ser amplio, puede ser mínimo, puede ser sorprendente. El cielo se obscurece, llegó la noche, yo salgo y observo, las estrellas no salen, la luna esta sola en la inmensidad de mar acielado que la rodea, ella esta sola y brilla, brilla mucho, unas veces hueca, otras veces tuerta, unas rellenita, otras un poco anímica, si las veces en que digo las cosas no fuera algo tan extraño, pienso que no siempre hay que tener sentido, hay que romper esquemas y decirlo todo sin decir nada a la vez. Los perros se lamen, los gatos maúllan  tu me sonríes y yo no necesito más de ti. Las flores huelen a muerto, es eso normal? la mayoría de veces creo que es curioso el olor que traen las flores en los funerales, me gusta como huelen, me gusta sostenerlas, me gusta que llueva y se mezclen las flores, el pasto, las lagrimas, la tierra, los recuerdos; el resultado es algo inquietante, doloroso, pero en su esencia es hermoso.